... Y dicen que no hay mujeres... Algunos ejemplos que
demuestran lo contrario
Rocío González Naranjo
Estamos hartas de escuchar siempre lo mismo: "no hay mujeres" en las letras, en las artes, en las ciencias, en la historia... Actualmente seguimos igual, las mujeres estamos ausentes de cargos de responsabilidad, de las grandes academias, de los diccionarios supremos que dictan cómo debemos hablar. Pero cada vez hay más personas que se están dando cuenta que lo que nos han contado es una historia paralela, sesgada y silenciada que demuestra, como decía el título de Las Sinsombrero "sin ellas, la historia no está completa".
Para poder reconciliarnos con nosotras mismas, hay que conocer a nuestras mujeres, hay que darles justicia, y eso es lo que hoy nos proponemos. Vamos a presentar solamente una mínima parte de lo que ha fluido en nuestras habitaciones propias, lejos de aquellas antologías "canónicas" realizadas por manos de hombre, y sostenidas por una sociedad androcéntrica que ha preferido contar la historia a medias. Porque la historia que nos han contado no es la verdadera. He aquí la verdadera Historia. Hoy la dedicaremos a escritoras.
Nada mejor que comenzar con una cita que muestra la falta generalizada y sistemática de las mujeres en los libros de texto, material fundamental para l@s niñ@s que se acercan por primera vez al saber. Según
Llorent-Bedmar y Cobano-Delgado Palma :
"A poco que se indague
en la cuestión, es fácil detectar que los libros de texto no son ni
inocentes ni neutrales, más bien al contrario, tienen un innegable
vínculo con los intereses y con las ideologías de los grupos
sociales dominantes en detrimento de grupos sociales desfavorecidos y
de las mujeres. A través de las imágenes los libros de texto
contribuyen al proceso de socialización de los estudiantes. Son
símbolos investidos de sentido por su productor y portadoras de una
multiplicidad de connotaciones." (LA
MUJER EN LOS LIBROS DE TEXTO DE BACHILLERATO EN ESPAÑA, 160 CADERNOS
DE PESQUISA v.44 n.151 p.156-175 jan./mar. 2014.)
Por
ello, es esencial una política de inclusión de las mujeres y por
tanto de revisión de estos libros, que parecen decir a los jóvenes
estudiantes que las mujeres no han participado en la vida social,
cultural ni política del mundo.
Hablamos pues de una violencia simbólica hacia nosotras, término desarrollado por Encarna
Alonso, que alude a este concepto al hablar de las mujeres vanguardistas
olvidadas y silenciadas por la historia. De este modo explica:
“Lo
femenino es en ese momento y ha seguido siendo para la crítica algo
sin duda diferente y por supuesto menor a lo que se establece como
norma, medida obviamente por parámetros androcéntricos. Parece
clara la separación, cuando no abierta oposición, que habitualmente
se establece entre la cultura o literatura universal y la subcultura
o subliteratura femenina: la literatura escrita por mujeres, en el
mejor de los casos, se limitaría a dar muestra de la especificidad
de la 'esencia femenina'.” (FEMINISMO
Y VANGUARDIA. LA PRODUCCION LITERARIA OBLITERADA DE LAS MUJERES EN LA
ESPAñA DE LOS AñOS 20 Y 30).
Las mujeres deseosas de participar en el mundo cultural e intelectual durante la Edad de Plata, por ejemplo, a pesar de la valía que mostraron, a pesar de su tenacidad, a pesar de ser miembros a parte entera de ciertos grupos masculinizados, siguen siendo hoy objeto de una especie de gueto histórico. Siempre que estudiamos esta época, ellas se encuentran en los apéndices, tras la presentación de los grandes hombres. Y, sin embargo, nada más lejos de la realidad. Participaron tanto como los hombres en acciones culturales, sociales y políticas. Es un hecho: dicen que no hay mujeres. Somos aún un apéndice de la historia.
Por ello, mujeres pioneras y visionarias se asociaron para poder tener su habitación propia, contra esa sociedad hostil, consiguiendo que hoy estemos reivindicando su olvido y alabando su función, tanto en el desarrollo del feminismo, como en las artes.
Demos pues un paseo por nuestras pioneras olvidadas:
María de Maeztu. Oleo pintado por su hermano, Gustavo
María
de Maeztu (1881-1948), pedagoga, miembro de la Institución Libre de
Enseñanza, directora de la Residencia de Señoritas, miembro de la
Junta del Instituto Escuela, co-fundadora del Lyceum Club de Madrid,
miembro de la sección de educación de la Asamblea Nacional durante
la dictadura de Primo de Rivera, vocal del Consejo de Instrucción
Pública, miembro del Consejo Nacional de Cultura...una gran mujer
que ayudó e impulsó la educación entre las mujeres,
empoderándolas.
Otra historia es su cambio ideológico tras la
guerra, lo cual se puede explicar por la muerte de su hermano Ramiro.
Preferimos quedarnos con la mujer que hizo posible tantos y tantos
proyectos educativos, sociales y culturales durante los años 20 y
30. Recomendamos la lectura de su sobrina-nieta MARÍA JOSEFA
LASTAGARAY, María de Maeztu Whitney. Una vida entre la pedagogía y
el feminismo (Editorial La Ergástula).
María Goyri
Durante
el curso 1891-1892, dos mujeres comienzan a asistir a los cursos de
la universidad de Madrid como auditoras. Los estudiantes y profesores
las observaban completamente anonadados. Se trataba de María Goyri
(1874-1955) y de Carmen Gallardo. Siempre acompañadas del padre de
esta última. Carmen debe dejar la universidad porque su padre
fallece y se casa. Pero María no lo hace y quiere legalizar su
situación como alumna oficial, lo cual conseguirá, aunque con un
protocolo bien estricto:
"En las clases estará
separada de sus camaradas masculinos y no podrá hablar con ellos en
los pasillos. Entre las clases debe quedarse en una sala al lado de
la de los profesores." Mujeres de España. Las Silenciadas, de
Antonina Rodrigo (1979).
Gracias a su actitud
perseverante, la vía se abre para otras mujeres, y es la primera en
obtener una licenciatura en Filosofía y Letras, en 1896,
convirtiéndose en Doctora en Letras, en 1909.
Emilia Pardo Bazán
Emilia
Pardo Bazán ingresó como socia del Ateneo Científico y Literario,
el 9 de febrero de 1905, con el número 7925. En el recorte de prensa
de La Epoca (15-02-1905) se dice textualmente:
"La
inteligencia no tiene sexo, y las de la señora Pardo Bazán que no
sólo honran a la Corporación que le abre las puertas, sino al país
entero, que la mira como uno de sus más insignes hijos"
Pardo
Bazán participó, como primera conferenciante en el Ateneo ,antes de
ser nombrada socia, en 1887, seguidas de otras que fueron editadas
bajo el título La revolución y la novela en Rusia. En en la Escuela
de Estudios Superiores del
Ateneo de Madrid (1896-1907) imparte
además clases de literatura.
Era lógico pues, que
esta feminista adelantada a su tiempo, pidiera su acceso a este lugar
de sabiduría en el que ella había participado. Es más, aparece
como socia de mérito.
Sin embargo, se le negó
hasta tres veces el ingreso a la Real Academia de la Lengua (RAE),
siendo catedrática universitaria, novelista, ensayista, poeta,
periodista, traductora...y mujer.
Isabel Oyarzábal
Isabel
Oryazábal (1878-1974) quería ser actriz, incluso hizo sus pinitos
en el teatro. En el cenáculo teatral de Carmen Monné, El Mirlo
Blanco, participó apasionadamente. Pero ya antes, cuando era más
joven, había también participado en una compañía teatral.
Sin
embargo, Isabel comenzó a tomar otra vía en su vida: periodista,
intelectual, pensadora, escritora, dramaturga, filósofa, artífice
como tant@s otr@s en el advenimiento de la Segunda República.
Presente en todos los círculos políticos, feministas y culturales,
fue una mujer completa.
Luchó como una fiera para que la
No intervención durante la guerra dejase de ser una amarga realidad.
Por ello, viajó por toda Europa pidiendo ayuda, así como por los
EEUU.
Desgraciadamente, nadie la oyó.
Micaela Chalmeta en un dibujo del libro de Montserrat Duch i Planas. | Foto de la Fundación Pablo Iglesias.
Micaela
Chalmeta (1858-1951) fue una mujer muy importante en el mundo de las
cooperativas, además de una gran activista feminista, socialista,
anticlerical y antimilitarista.
Dirigente
de la Agrupación Femenina de Propaganda Cooperativista, luchó por
la inserción de las mujeres en las cooperativas, en la Cataluña de
principios de siglo XX, incentivando la participación de éstas en
las coopes de consumo. Chalmeta veía las cooperativas como un arma
contra la sociedad de consumo capitalista.
Fue redactora
de La Guerra Social (1903) i de La Internacional (1908) bajo el
seudónimo de Amparo Martí, defendiendo el trabajo renumerado para
las mujeres, el voto femenino, el matrimonio civil, las uniones de
hecho y el derecho al divorcio.
Fundó la Cooperativa
Economia Social d’Hostafrancs y fue una mujer de hechos y no de
palabras, tal como se muestra en su participación en las huelgas
generales de 1909 y 1918. Contra el sistema social establecido,
Micaela escribía en 1911:
“No són llàgrimes, queixes
i debilitats, l’arma més pròpia per lluitar d’una dona que viu
en un elegant boudoir; és l’odi a un sistema social que li exigeix
l’energia i l’activitat i la tracta injustament, el que ha
d’inspirar tota assalariada”
"No son lágrimas,
quejas ni debilidades el arma más propia para luchar de una mujer
que vive en un elegante boudoir, es el odio a un sistema social que
le exige energía y actividad y que la trata injustamente lo que debe
inspirar a toda asalariada."
Esta mujer fue la abuela
de nuestro icono de la guerra civil, de Marina Ginestà, toda una
familia de revolucionari@s.
Para más información, os
recomendamos el libro de Montserrat Duch (Cossetània, 2009) y
Micaela Chalmeta: pionera del feminisme cooperativista (I. Miró. La
Directa).
Fotografía en cristal de Zenobia leyendo. Nueva York, 1916. Casa Museo Zenobia-Juan Ramón Jiménez de Moguer.
Zenobia
Camprubí, nació un 31 de agosto de 1887. En sus diarios explica
cómo era su vida con Juan Ramón Jiménez, un hombre enfermizo y
triste. Fue feminista sin ser consciente de ello. Trabajó en la
Residencia de Señoritas de María de Maeztu como bibliotecaria, fue
traductora de las obras del escritor Rabindranah Tagore, y fue una de
las partícipes esenciales en la constitución del Lyceum Club de
Madrid. María Teresa León reivindica así su figura:
“Zenobia
Camprubí acababa de recibir el premio Nobel. Me diréis: No, estás
confundida, el premio Nobel fue para Juan Ramon. Pero yo contestaré:
¿Y sin Zenobia, hubiera habido premio? (…) Si Juan Ramon era el
hilo tejedor de la más alta poesia espanola, si era el padre de la
generacion estupenda que nacio después del año 1920, en Espana,
Zenobia era para Juan Ramon la urdimbre.” Memoria de la Melancolía,
1977, p. 310
María Blanchard con su alumna Jacqueline Rivière.MICHAEL HOUSEMAN
María Blanchard (1881-1932), de nombre María
Gutiérrez Cueto, fue la gran pintora española representante del
cubismo y promotora del neocubismo.
Cuca para los
amigos, abandonó España en 1919 con un profundo sufrimiento que le
producían los incivilizados que se mofaban de su aspecto. En efecto,
María, debido a una caída sufrida por su madre durante su embarazo,
nació con una malformación que la marcó de por vida.
Quizá
por eso veía y expresaba la belleza en sus cuadros, Debe formar
parte del canon artístico junto a nombres como Juan Gris o
Picasso.
Federico García Lorca le hizo una elegía a su
muerte, he aquí una parte:
"Si los niños te vieran
de espaldas exclamarían: "La bruja, ahí va la bruja!". Si
un muchacho ve tu cabeza asomada sola en una de esas diminutas
ventanas de Castilla exclamaría: "El hada, mirad el hada!".
Bruja y hada, fuiste ejemplo respetable del llanto y claridad
espiritual. Todos te elogian ahora, elogian tu obra los críticos y
tu vida los amigos [...] Te he llamado jorobada constantemente y no
he dicho nada de tus hermosos ojos, que se llenaban de lágrimas con
el mismo ritmo que sube el mercurio por el termómetro, ni he hablado
de tus manos magistrales".
Antonina Rodrigo, Mujeres
para la historia, Barcelona, Ediciones Carena,2002, p. 203-204.
Acta de defunción de Halma Angélico
Halma
Angélico (1888-1952), fue una verdadera "femme de lettres":
trabajó el ensayo, los artículos, los cuentos, la novela y sobre
todo el teatro. Fue la única mujer en representar una obra en el
Madrid asediado, en 1938: Ak y la Humanidad. Fue criticada por sus
propios compañeros de la CNT, al basarse en la obra de un autor
ruso.
Además,
fue una defensora de los derechos de las mujeres, formando parte de
la Asociación Nacional de Mujeres Españolas y siendo la última
presidenta del Lyceum Club.
Y, sin embargo, al ver el acta
de defunción, el olvido que facilitó el franquismo se muestra en su
profesión, indicando "Sus labores".
Julia Peguero
Julia
Peguero (1880-1978), maestra, miembro del Ateneo y
feminista.
Co-fundadora de la primera asociación
feminista española, la ANME (Asociación Nacional de Mujeres
Españolas) en 1918. El órgano de la asociación, Mundo Femenino,
fue dirigido por Julia desde 1932 hasta 1936, siendo la última
presidenta de esta asociación pionera del feminismo español de
principios de siglo.
En 1934, viendo que el feminismo era
la vía posible para la política de izquierdas, fundó la Acción
Política Femenina Independiente. Su intención no era mala, pero no
tuvo éxito debido a su indefinición política, basándose sobre
todo, en la unión de todas las mujeres, de cualquier ideología. Por
ello, el Frente Popular no aceptó su coaligación.
Fue
una de las primeras mujeres a darse cuenta que el feminismo debía
actuar a partir de la política. Estemos o no de acuerdo con ello, no
deja de ser una mujer valiente por lanzar este movimiento.
Pilar de Zubiaurre
Pilar
de Zubiaurre (1884-1970) fue una mujer polifacética: escritora,
intelectual, feminista, música y marchante de arte.
Vivió
la efervescencia de la cultura de la época, contribuyendo
ampliamente en su desarrollo, primero con tertulas realizadas en su
casa en Garai, y con la creación, junto a otras compañeras, en
Madrid, del centro social y artístico femenino más importante del
momento: el Lyceum Club.
Amiga de Juan Ramón Jiménez,
Ortega y Gasset, García Lorca, Alberti, Concha Méndez...Fue una de
las impulsoras de la revista Hermes: Revista del País Vasco
(1917-1922). Y siempre estuvo muy ligada a su tierra.
Muy
implicada en las ideas republicanas de Don Manuel Azaña, Pilar tuvo
que exiliarse a México, donde continuó escribiendo sobre su querida
tierra vasca.
Sin embargo, pasa completamente
desapercibida de la Historia, ensombrecida por las figuras de sus
hermanos, los pintores Valentín y Ramón Zubiaurre y por ser la
esposa del crítico de arte Juan de la Encina. Como sabemos, las
mujeres de esta época no debían tener como objetivo una vida
independiente, sino que estaban destinadas al
matrimonio.
Precisamente, Miriam Alzuri Milanés ha
escrito un libro sobre esta problemática, cuyo título es muy
sugerente: PILAR DE ZUBIAURRE. En la penumbra familiar. Esta
problemática la encontramos en todas las mujeres de nuestra Edad de
Plata. Saquémoslas del olvido!
Lorca le dedicó un poema
que nadie estudia hoy en día:
Tres ciudades
A Pilar
Zubiaurre
Malagueña
La muerte
entra y
sale
de la taberna.
Pasan caballos
negros
y gente siniestra
por los hondos
caminos
de la guitarra.
Y hay un olor a
sal
y a sangre de hembra,
en los nardos
febriles
de la marina.
La muerte
entra
y sale
y sale y entra
la muerte
de
la taberna.
Faltan muchas, muchísimas aún. Esto no ha hecho más que comenzar.
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