sábado, 29 de septiembre de 2018

María Luz Morales: cuentos desde el infierno


María Luz Morales: cuentos desde el infierno, artículo publicado en Revista Cultural Los Ojos de Hipatía, el 25/10/2016




Rocío González Naranjo




Hoy quiero hablarles de otra mujer eclipsada por las primeras ediciones, el patriarcado, el canon literario y, en este caso, el franquismo. La dictadura de Franco hizo callar para la Historia a todas aquellas mujeres que participaron activamente en el espacio público durante la Segunda Republica, en este caso, en el campo del periodismo. Una gallega en Barcelona, María Luz Morales, forma parte de esa generación doblemente olvidada : las mujeres del exilio interior. Antonina Rodrigo es una de las principales investigadoras que nos descubrió el papel de Morales en la cultura de pre-guerra y durante el conflicto, pero poco sabemos de su producción literaria.



Nacida en Coruña en 1889, pasa el resto de su vida en Barcelona hasta su fallecimiento, en 1980. Antes de que estalle la guerra, Morales trabaja como periodista en la revista El hogar y la moda de la que será directora. Integra La Vanguardia como crítica cinematográfica, para la que escribe bajo el pseudónimo de Felipe Centeno (un personaje de una novela de Benito Pérez Galdós). Del mismo modo colabora con el periódico El Sol en la sección « La mujer, el niño y el hogar ». Estas actividades se producen entre 1921 y 1936. Además, se interesa por el teatro y escribe con Élisabeth Mulder la obra Romance de media noche. Forma parte de la Residencia de Señoritas fundada por María de Maeztu, y construye una copia conforme a la de Madrid en Barcelona. Cuando estalla la guerra, se convierte en la directora de La Vanguardia, puesto que ocupa durante el conflicto. Según Antonina Rodrigo, su neutralidad le salvó la vida después de la guerra. Debemos decir que, a pesar de esa neutralidad, como directora de La Vanguardia, Morales ayudó a personas perseguidas por el bando franquista1

Morales dando una conferencia en el Ateneo de Barcelona, en 1932


En 1939, con la victoria franquista, todos los periodistas fueron suspendidos de sus puestos, esperando la depuración franquista2. En 1940 Morales fue denunciada por haber sido la directora del periódico durante el periodo "rojo". Un convento sirvió de prisión para la periodista y para otras prisioneras. De esta época, María Luz no quiso hablar nunca, debido seguramente al gran sufrimiento que conoció en prisión y a las constantes humillaciones recibidas. Cuando fue liberada, siguió escribiendo pero eligiendo dos pseudónimos: Ariel y Jorge Marineda (este último en homenaje a su pueblo de infancia), sobre todo en la revista Lecturas, por entonces con temática literaria. Esperando su rehabilitación como periodista, se suma al exilio interior compartido por otros escritores o artistas. Crea las ediciones Surco, escribe ensayos, novelas, cuentos, etc., y en 1948, cuando es rehabilitada como periodista, trabajará para el Diari de Barcelona. Pero para la Historia ella será la primera mujer directora de La Vanguardia3.

Hemos elegido una antología de cuentos en la que podemos percibir el dolor de ese exilio interior y de sus días en prisión para mostrar ese tiempo del que la autora no quería hablar. Se trata de Historias del décimo círculo, antología publicada en 1962, cuentos escritos bajo la sombra de la guerra. Estas seis historias merecen el título de décimo círculo del infierno, en el que se encuentran todos aquellos que han vivido la guerra civil y sus miserias, como la propia autora.


El primer cuento, «Hablar con las estrellas», explica el asesinato de un sacerdote por parte de los republicanos durante la guerra. El sacerdote es un astrónomo que se encarga del Observatorio desde donde puede observar las estrellas. Un grupo de republicanos lo captura pero el sacerdote sólo quiere enseñar, una última vez, los misterios de las estrellas. Otra de las historias, «El negro comprado», contada en primera persona, muestra uno de los recuerdos de guerra de la propia autora, cuando trabajaba como directora en La Vanguardia. Una de tantas historias que la autora pudo presenciar al frente del periódico durante la guerra: un matrimonio de conveniencia para poder salir de país, pero se trata más bien de una historia que quiere representar la tragedia de la guerra. Las palabras de la autora muestran su dolor e incomprensión:

La guerra tiene muchos rostros. Yerra quien crea que los conoce todos por haber visto los de la lucha en tierra, mar y aire. Lejos de las líneas de combate, en las más distantes retaguardias, muestra también sus máscaras de espanto y de penuria, de agobio, exaltación, desaliento, esperanza. Cada día trae, no ya su afán, sino su tragedia, pequeña o grande, bélica o doméstica. Hay las balas, los morteros, las bombas que hieren y matan en campaña; hay el hambre, la peste, la traición, la discordia, que matan, cotidianamente, con mil muertos4.

Guerra civil española, por Gerda Taro y Endre Ernő Friedmann


El tercer cuento, titulado « El tragaluz » explica cómo en un encierro de un desertor se vislumbra la ansiedad de la autora, pues tras estar encerrado en una habitación con un pequeño tragaluz, el topo busca la luz en el exterior, pero las bombas no cesan de caer y el exterior se ha convertido en otro infierno. Morales muestra su sentimiento al escribir este cuento: encierro interior y exterior, ya sea en la prisión en la que estuvo o en el exilio interior en el que se encontraba, no había esa pequeña luz que podía llevarle hacia la libertad. La autora sufre su aislamiento, el cual le obliga a escribir negando su identidad. Si la autora fue rehabilitada y obtuvo numerosos premios, es posible afirmar que en el dominio de la literatura todavía sigue siendo aislada del canon oficial, como la gran mayoría de escritoras.

Conferencia de Blanco Amor en el Centro Galego de Barcelona, el 30 de diciembre de 1933. María Luz Morales preside la mesa


Bibliografía :

Morales, María Luz, Historias del décimo círculo, Barcelona, Ediciones Destino, 1962.

Rodrigo, Antonina, Mujeres para la historia. La España silenciada del siglo XX, Barcelona, Ediciones Carena, 2002, p. 210.

Obras de María Luz Morales :

Parientes y trastos viejos (inédito), 1925 
Amor en el camino (novela sin importancia), Barcelona, Lux; 
1926 Miguel de Cervantes: su vida gloriosa relatada a la juventud, Barcelona, Araluce, 4ª ed.; 
Trovas de otros tiempos (1928), 
Libros, mujeres y niños (1928), 
Las románticas (1930), 
Vida de Edison (1934), 
Romance de media noche (con Élisabeth Mulder) (1935),
Julio César : vida y hechos (1936), 
Madame Curie (1936), 
Vida y hechos de Alejandro Magno (1936), 
Alguien a quien conocí (1937), 
Tres historias de amor en la Revolución francesa (1942), 
1943 Universitas: enciclopedia de inciación cultural, Barcelona, Salvat; 
Memorias sobre la vida de María Antonieta: Reina de Francia y de Navarra (1943), 1945 Vida de Madame Curie, Barcelona, Seix y Barral; 
1947 La moda, Barcelona, Salvat; 
El mundo de las hormigas (1948), 
El Cine: historia ilustrada del séptimo arte (1950), 
Hazañas del Cid (1951), 
Enciclopedia del hogar (1952), 
Rosalinda en la ventana (1954), 
Balcón al Atlántico: (otra novela sin héroe) (1955), 
Balcón al Mediterráneo (1955), 
Historias del décimo círculo (1962), 
Libro de oro de la poesía en lengua castellana (1970). 
1973 Alguien a quien conocí: Marie Curie, Keyserling, Gabriela Mistral, Valéry Víctor Catalá, García Lorca, Malraux, Barcelona, Juventud; 
1997 Tradiciones íberas, Madrid, Anaya.
OBRAS maestras al alcance de los niños (traducciones de clásicos de la literatura adaptados la infancia).

1 Rodrigo, Antonina, Mujeres para la historia. La España silenciada del siglo XX, Barcelona, Ediciones Carena, 2002, p. 210.
2 Orden del Ministerio de Educación Nacional de 11 de marzo de 1938, en la que los vencedores someten a los vencidos a investigaciones sobre su implicación con la Republica.
3 Parientes y trastos viejos (inédito), 1925 Amor en el camino (novela sin importancia), Barcelona, Lux; 1926 Miguel de Cervantes: su vida gloriosa relatada a la juventud, Barcelona, Araluce, 4ª ed.; 

Trovas de otros tiempos (1928), Libros, mujeres y niños (1928), Las románticas (1930), Vida de Edison (1934), Romance de media noche (con Élisabeth Mulder) (1935), Julio César : vida y hechos (1936), Madame Curie (1936), Vida y hechos de Alejandro Magno (1936), Alguien a quien conocí (1937), Tres historias de amor en la Revolución francesa (1942), 1943 Universitas: enciclopedia de inciación cultural, Barcelona, Salvat; 
Memorias sobre la vida de María Antonieta: Reina de Francia y de Navarra (1943), 1945 Vida de Madame Curie, Barcelona, Seix y Barral; 1947 La moda, Barcelona, Salvat; El mundo de las hormigas (1948), El Cine: historia ilustrada del séptimo arte (1950), Hazañas del Cid (1951), Enciclopedia del hogar (1952), Rosalinda en la ventana (1954), Balcón al Atlántico: (otra novela sin héroe) (1955), Balcón al Mediterráneo (1955), Historias del décimo círculo (1962), Libro de oro de la poesía en lengua castellana (1970). 1973 Alguien a quien conocí: Marie Curie, Keyserling, Gabriela Mistral, Valéry Víctor Catalá, García Lorca, Malraux, Barcelona, Juventud; 1997 Tradiciones íberas, Madrid, Anaya.; OBRAS maestras al alcance de los niños (traducciones de clásicos de la literatura adaptados la infancia).
4 Morales, María Luz, «El negro comprado», Historias del décimo círculo, Barcelona, Ediciones Destino, 1962, p. 63.

miércoles, 19 de septiembre de 2018

María Teresa León y el doloroso silencio


María Teresa León y el doloroso silencio

Artículo publicado en Revista Cultural Los Ojos de Hipatía (16-10-2016)

Rocío González Naranjo


¿Por qué hablar todavía de María Teresa León Goyri (Logroño, 1903 – Madrid, 1988) cuando, gracias al esfuerzo de investigadores como Aznar Soler o Torres Nebrera, conocemos las actividades de esta republicana convencida? Creemos que una revista como Los Ojos de Hipatía no puede dejar pasar la demanda de las mujeres en el canon literario e histórico. Así, continuando con la recuperación de figuras femeninas, hoy le toca el turno a esta directora de teatro, periodista, actriz, escritora, guionista e intelectual de la Generacion del 27, es decir, el ideal de mujer moderna que preconizaba los valores de la Republica.

María Teresa León en Argentina (1928). Archivo Buenos Aires


A pesar de todo lo dicho anteriormente, María Teresa León es ante todo conocida por ser la mujer de Rafael Alberti. Es extraño que nunca nos dirijamos a ningún escritor como el marido, hermano, hijo de... Esto sólo ocurre con las escritoras. Porque María Teresa León es, ante todo, una femme de lettres, como lo afirma ella misma en su libro autobiográfico. Hoy comienza a ser reconocida por su labor durante la guerra civil española, no solamente como creadora del Teatro de Guerrillas que desarrollaba sus actividades en el frente, sino también por haber salvado una parte importante del tesoro artístico del Museo del Prado. Pero sus producciones literarias y su carrera como escritora son hoy en día bastante desconocidas y poco estudiadas, sobre todo sabiendo que empezó a escribir en 1928 hasta su muerte1.


María Teresa en un mítin republicano (sobre 1936). 

En su autobiografía Memoria de la Melancolía (1970), podemos entresacar las actividades más importantes en las que se consagró durante la guerra, como la creación de las Guerrillas del Teatro del Ejército del Centro, las innovaciones puestas en escena del Teatro de Arte y Propaganda del que León estuvo al origen de la fundación, o su presencia en la Alianza de Intelectuales Antifascistas2


Portada de la primera edición de sus memorias (Buenos Aires, 1970)

En los pasajes que tratan esta época de la guerra, comprobamos que la autora recuerda esos días trágicos como una época vivida intensa y apasionadamente. Pero en 1939, María Teresa y Alberti se convierten en exiliados: Orán, París, Buenos Aires, Roma. A partir de ese momento, las actividades de León no se explican en función de ella, sino en el exilio y la actividad de su marido. Pasará a ser la esposa de Alberti y no María Teresa León. Regresan a España en 1977: treinta y ocho años de silencio: por ser mujer y republicana. 

La Historia silencia a la exiliada pues nadie se acordará de María Teresa León cuando vuelva a España. El silencio se expande a los manuales de literatura, en la que la Generación del 27 es todavía una generación de hombres. Su propio silencio durante el exilio hará que escriba Memorias de la Melancolía. Pero en estos últimos años hemos podido ver la reivindicación de su figura como un actor imprescindible de la Edad de Plata y del exilio español. Aún así, en la escuela los niños no conocen sus cuentos, en el instituto, los manuales olvidan que se trata de una escritora y la etiquetan como la mujer de Alberti. De este modo se llega a la enseñanza superior y, quizá, si tenemos la suerte de cruzarnos con un profesor curioso, justo y emprendedor, podremos conocer su historia y su obra, como me sucedió a mí, y descubrir una escritura marcada por la guerra y por la inexistencia.

De alguna manera, es un sentimiento real que le rodea desde su partida de España. El cuento « Comed, comed, que ya estoy invitada » de la colección Fábulas del tiempo amargo, publicada en la Revista de Poesía Universal Ecuador 0°0'0'' en 1962 - escrita durante su exilio argentino – es un ejemplo. Contrariamente a los cuentos sociales anteriores (Cuentos de la España actual y Morirás lejos, de 1935 y de 1942 respectivamente), las Fábulas contienen una prosa lírica y surrealista, confundiendo la realidad con la ficción: el sueño está en la realidad y viceversa. Incluso si la temática es también social - por el recuerdo de la guerra fratricida - la escritora muestra, a través de las palabras, su situación personal, fusionándose con los personajes. Es el caso de « Comed, comed... ». 


Primera edición de Fábulas del tiempo amargo (México, 1962)

Se trata de una escena de caza en la que la presa es una chica virgen vestida de blanco. Esta chica se convierte en una cierva y habla en primera persona. Cuenta cómo corre por el bosque, cómo es cazada, cómo la matan, cómo la preparan y finalmente cómo se la comen todos los cazadores. Entonces se produce un desdoblamiento del personaje - del cual podemos decir que se trata también de María Teresa - que, a la vez cierva y chica, observa el banquete. La voz de la mujer exiliada se escucha a través del monólogo de la cierva que muere y que observa los eventos que la rodean: « […] no hay mayor desconsuelo que perder, gota a gota, la sangre sobre la tierra que nunca jamás volveremos a pisar… »3

Los recuerdos de la escritora se confunden con la escena de caza y la persecución de la cierva. Segun León4, el silencio tiene un espacio, y este espacio es el del olvido, donde ella se encuentra precisamente. Mientras que todo el mundo festeja el banquete, una joven aparecen, nadie la ve, nadie la escucha y nadie se percibe de su presencia. La cierva, en su forma humana, viene para observar el horrible espectáculo y escuchar las conversaciones que hay a su alrededor. Pero se encuentra en el límite del silencio y todo el mundo la ignora, excepto su madre, que escucha los llantos de su hija y que intenta calmarla. Ella observa cómo los cazadores se pavonean alrededor de su cabeza y observa los trozos que mastican las bocas de los cazadores. Ella grita, pero nadie le escucha: « ¡Esa soy yo!, les grito. Como nadie me escucha agarro mi cabeza y desaparezco del salón del banquete sin dar a nadie cuenta de mis actos. »5 A pesar de sus esfuerzos, el silencio le rodea y no puede hacer nada. Sabe que el olvido es su destino. 

El silencio impuesto a esta autora se hace tangible: Alberti publica un gran número de libros, participa en conferencias, es cada vez más conocido, mientras que María Teresa es la anfitriona de personalidades ilustres, como lo cuenta en su autobiografía, y su obra se va difuminando tras la sombra de su esposo. Gracias a Memorias de la Melancolía, la autora se afirma como actriz de la guerra, como mujer y como escritora. Por eso, este libro marca la ruptura del silencio histórico que se le ha podido imponer. Sin embargo, al leer algunos de sus cuentos, vemos que, a través de una serie de metáforas, la autora quiere que los lectores sepan cómo se siente ella ante ese silencio, ante ese olvido que ella misma presiente. Fábulas del tiempo amargo representa un periodo fundamental para León como escritora, pues parece haber tomado conciencia de su existencia como persona, pero también es una recopilación de cuentos que merece ser estudiado e introducido en el canon literario, por su valor histórico, estético y literario.

AZNAR SOLER, Manuel, “María Teresa León y el teatro español durante la guerra civil” in Anthropos. Revista de documentación científica de la cultura, num. 148, Barcelona, 1993; pp. 25-34.

AZNAR SOLER, Manuel, « El teatro español durante la República (1931-1939) » in MonteAgudo, num. 2, 1997; pp. 45-58.

LEON, María Teresa, “Fábulas del tiempo amargo” in Una estrella roja, Madrid : Espasa-Calpe, 1979.

LEON, María Teresa, Memoria de la melancolía, Buenos Aires: Editorial Losada, 1970.

TORRES NEBRERA, Gregorio, « La obra literaria de María Teresa León (cuentos y teatro) , in Anuario de Estudios filológicos, Vol. 7, 1984 ; pp. 361-384.


1 Misericordia; Cuentos para soñar, 1928; La bella del mal de amor, 1930; Huelga en el puerto, 1933; Rosa-Fría, patinadora de la luna, 1934; Cuentos de la España actual, 1935; La tragedia optimista, 1937; Una estrella roja, 1937; Crónica General de la Guerra Civil, 1939; Contra viento y marea, 1941; Morirás lejos, 1942; Los ojos más bellos del mundo, 1943. Guion; La historia tiene la palabra, 1944; La dama duende, 1945. Guion; El gran amor de Gustavo Adolfo Bécquer, 1946; Las peregrinaciones de Teresa, 1950; Don Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid campeador, 1954; Nuestro hogar de cada día, 1958; Sonríe China, 1958; Juego limpio, 1959; Doña Jimena Díaz de Vivar, gran señora de todos lo, 1960; Fábulas del tiempo amargo, 1962; Menesteos, marinero de abril, 1965; Memoria de la melancolía, 1970; Cervantes. El soldado que nos enseñó a hablar, 1978; La libertad en el tejado, 1989.
2 p. 55, AZNAR SOLER, Manuel, « El teatro español durante la República (1931-1939) » dans MonteAgudo, num. 2, 1997; pp 45-58.
3 p. 166, « Comed, comed, que yo ya estoy invitada », Fábulas del tiempo amargo, dans LEON, María Teresa, Una estrella roja, Madrid : Espasa-Calpe, 1979.
4 « En el límite del silencio recordó: ¿No ha vuelto mi hija? ».p. 166, LEON, Ibidem.
5 p. 168, LEON, Ib.

sábado, 15 de septiembre de 2018

Usar y tirar: las mujeres republicanas en la propaganda de guerra

(Artículo publicado el 01-05-2017 para Revista Cultural Los Ojos de Hipatía)
Rocío González Naranjo


Durante la Segunda República, la mujer pudo acceder al espacio público que, hasta el momento, le estuvo prohibido. Sufragio, divorcio, acceso a estudios superiores, aborto…todo ello favoreció y alimentó el nacimiento del feminismo. Cuando la guerra estalla -contradictoriamente- un viento de libertad soplará en la España republicana en guerra, pues numerosas mujeres, indiferentemente de su clase social, serán protagonistas del conflicto. En un primer momento, muchas integraron las milicias populares, creadas en la urgencia por diferentes partidos políticos o sindicatos para defender el gobierno legítimo de la República. Pero a partir del invierno de 1936, un decreto impuso la conversión de las milicias en un ejército oficial en el cual las mujeres no tenían cabida. Los carteles republicanos se muestran como un verdadero apoyo para la propaganda política que intentará convencer a la mujer que su lugar se encuentra en la retaguardia. Estos carteles resultan reveladores de la visión que se tenía de las mujeres durante la guerra. Me propongo en este artículo mostrar cómo la mujer pasa de heroína de guerra a prostituta portadora de enfermedades.

Durante los primeros meses de guerra, las mujeres fueron voluntarias en las milicias organizadas por los partidos políticos y los sindicatos. Fueron aceptadas debido a la urgencia que existía en la defensa republicana, pero no podemos decir que hubiera un sentimiento férreo de la izquierda en general sobre la equidad de sexos. Recordemos el caso de Buenaventura Durruti que, a pesar de ser uno de los grandes combatientes anarquistas, también pasó a la historia por ser un gran misógino. Estas mujeres combatientes fueron mitificadas por los sindicatos como un símbolo de la lucha republicana contra la rebelión de las tropas franquistas. Mujeres como Lina Odena, Casilda Méndez, Aída Lafuente, Rosario Sánchez Mora, Concha Lozano, o Maruja Tomicosont fueron y son consideradas como verdaderos mitos en la España republicana.
Lina Odena se convirtió en un ejemplo de valentía frente a sus enemigos, ya que, en el frente de Granada prefirió matarse antes que entregarse al enemigo. De este modo, en los primeros momentos, se utiliza la imagen de una mujer fuerte y valiente, con aspectos varoniles, para llamar la atención del espectador. Es el caso del célebre cartel de Cristóbal Arteche:

Este cartel data de 1936 y es uno de los más importantes de principios de la contienda. Como podemos comprobar, se muestra la imagen de una mujer segura, llevando el uniforme azul de las milicias, fusil en mano y dirigiendo su dedo hacia el espectador, un modo de implicar directamente a las mujeres y a los hombres que contemplan el cartel. La actitud de esta mujer nos hace pensar en el famoso cartel de Alfred Leete, almirante inglés de la Primera Guerra Mundial, el cual muestra el dedo al espectador diciéndole: «Your country needs you». También nos sugiere una Libertad guiando al pueblo, como lo hizo Delacroix, sólo que aquí se cambia la bandera tricolor por un fusil, un modo muy certero de mostrar la actitud activa que la mujer tenía en las milicias. Las banderas anarquistas acompañan a la Senyera, pues no olvidemos que el sindicato CNT fue el primero en aceptar a las mujeres, en la ciudad de Barcelona. Otros carteles, que no vamos a explicar aquí, se sirven de imágenes de mujeres fuertes para demostrar la igualdad de sexos que existe en el campo republicano y la importancia que tiene la mujer en éste. Esto es lo más destacable, es decir, se solicita a todos, no sólo a los hombres, integrar las milicias populares para defender el gobierno legítimo.

Pero la utilización de la mujer no es tan grata a lo largo de la contienda. Es cierto que hubo mujeres que simbolizaron la fuerza de la España republicana, tal es el caso de Agustina de Aragón, Mariana Pineda, Lina Odena y Aída Lafuente. Todos sabemos que las milicias populares permitieron una liberación para muchas mujeres españolas que, sin esperarlo, se encontraron en el frente, al lado de hombres, como iguales, en defensa de un objetivo común: salvar la República. Claro que muchas de estas mujeres se encontraron en esta situación para acompañar a un marido o a un hijo, pero también para apoyar a sus familias o para vengar la muerte de algún familiar[1]. Sin embargo, las mujeres, de manera legal, sólo pudieron estar hasta mayo de 1937, cuando Juan Negrín llegó al poder y se formalizó un ejército republicano.

Este cambio producido con el gobierno de Negrín cambió completamente la percepción que se tenía de la mujer durante la contienda. De este modo, la lucha, considerada como una acción masculina, desplazó a la mujer hacia la retaguardia para que se convirtiera en el ángel protector de los soldados, o en trabajadoras remplazantes de sus maridos. Comenzaron así los carteles de propaganda para convencer a la mujer de que su lugar no se encontraba en el frente. Aunque la visión más grotesca es, sin duda alguna, la de la mujer portadora de enfermedades o las prostitutas. De este modo, se pasó de una mujer valiente, luchadora, activa, a una mujer que podía mermar las filas republicanas transmitiendo enfermedades venéreas. Esta imagen denigrante de la mujer se dio a partir del mes de octubre de 1936 con el objetivo de reenviar a las mujeres a la retaguardia. Largo Caballero organizó una serie de disposiciones para que la mujer saliera del frente y regresara a su “posición natural”, el hogar.


Este cartel, del autor Blas, lo encargó la Jefatura de Sanidad del Ejército de Tierra, el nuevo ejército oficial creado por el partido comunista en 1937 en el que la mujer no pudo participar. En él, se denuncia a la mujer que transmite enfermedades venéreas. La primera vez que lo observé lo que me chocó fue la simplicidad de los trazos dibujados, pero sobre todo el mensaje. La mujer se representa de manera grotesca: muy maquillada – quizá para esconder lo que es realmente, es decir, la segunda imagen cronológica, un individuo en las puertas de la muerte. Es cierto que hubo mujeres que no tuvieron otra salida que la de la prostitución para poder sobrevivir a las penurias que una guerra puede engendrar, pero la generalización que de ellas se hizo es totalmente errónea. De este modo no hubiéramos tenido nunca figuras como Rosario la Dinamitera, a la que el propio Miguel Fernández dedicó un poema magnífico.

Este deseo de que las mujeres regresaran a la retaguardia nos hace pensar en el «mensaje eugenésico dirigido a las mujeres», del médico anarquista Félix Martí, publicado en la revista Consultorio psíquico-sexual. En este mensaje, el médico aconsejaba a las mujeres abandonar el frente para que los hombres pudieran guardar sus fuerzas para el combate. Según él, la práctica sexual debilita a los soldados. De este modo, los sindicatos y partidos que habían pedido a las mujeres tomar un fusil fueron los mismos que después impusieron su partida. En la película de Vicente Aranda, Libertarias, esta situación se describe con maestría, ya que las mujeres protagonistas pasan de ser bien recibidas en las milicias a ser consideradas casi como el enemigo.

No podemos negar que la República produjo unos avances enormes en los derechos por la igualdad de la mujer y por su emancipación, pero si analizamos, a través de preciosos testimonios como son los carteles de propaganda republicanos, comprobaremos el papel asignado a la mujer en la gran mayoría de los casos. De este modo, la mujer se representa como víctima, como trabajadora en la retaguardia (trabajos en los que no se suele usar la fuerza), enfermeras, cuidadoras, madres…es decir, todo lo que según las teorías biológicas del siglo XIX afirmaban como propósito de la mujer y que, desgraciadamente después, tras la derrota republicana, se impuso durante cuarenta años en España. He creído necesario catalogar estos carteles según la función desempeñada por la mujer. De este modo, el lector, como yo, podrá hacerse una idea de la visión de la mujer durante la contienda española. Cuidado, se trata de un catálogo de los carteles disponibles oficialmente, por ello, la investigación continúa.

Mujeres como símbolo de la lucha (Mito):
-“La Pasionaria”, de Pelegrín (Altavoz del Frente), 1937.
-“II Congreso Internacional de Escritores / homenaje al poeta García Lorca : Mariana Pineda : representación el día 3 de julio en el Teatro Principal”, de Gaya (1937.
-“Unitat Nacional / Dolores Ibárruri : per la independencia d’Espanya, unió de tots els espanyols!”, de Partido Comunista de España, 1938.
Mujeres protectoras (enfermeras, madres…):
-“Ajudeu les victimes del feixisme”, de García, A. (S.R.I.), 1936; “Para los compañeros del frente”, de Company (CNT), 1938.
-“¡Madres! / ¡trabajad tranquilas! : el Ministerio de Instrucción Pública protege a vuestros hijos”, F. Peris-Alianza de Intelectuales antifascistas (UGT), entre 1936 y 1937.
-“¿Cómo ayudar a los hospitales de sangre?”, Cartelistas CNT-AIT, entre 1936 y 1939.
-“Ajudeu els hospitals de sang”, P. Cadena (Confederación Nacional del Trabajo), 1937.
-“Lluita antiveneria / cureu-vos! : el flagell veneri afecta cruelment la mare i l infant”, Arteche (Direcció General de Sanitat), 1938.
-“Residencias / los mejores hoteles son habilitados para residencia de los niños refugiados”, de Ministerio de Instrucción Pública, entre 1936 y 1937.
-“General Miaja / el pueblo de Madrid pide la laureada para su heroico defensor”, de Augusto (UGT), 1937.
-« S.R.I. Congrés de la Solidaritat », de Helios Gómez (Socorro Rojo Internacional), entre 1936 y 1938.
-“Antes, en las maternidades morían miles de niños, hijos de obreros, campesinos y empleados”, de Subsecretaría de Propaganda, 1938.
-“Cruz Roja Española / ¡Ayudadla!”, de Mezquita (Cruz Roja Española), entre 1936 y 1939.
-“Respeta a la enfermera”, de Córdoba (Ejército de la República), 1938.
-“Semana “pro Hospitales de Sangre””, de M. Gallur (Sindicato de la Industria de Sanidad e Higiene de Valencia), entre 1936 y 1938.
-« Consell de Sanitat de Guerra: Compreu aquest segell », de E. Vicente (Generalitat de Catalunya), 1937.
-“Ayuda a los hospitales de sangre”, de CNT, 1936.
-“Els caiguts et necessiten!”, de E. Vicente (Consell de sanitat de Guerra), 1936-1939.
-« ¡Madres!, ¡ayudadnos!. Luchamos por un porvenir feliz para vuestros hijos”, de Cristóbal Mariano (Dirección General de Bellas Artes), 1937.
Mujeres víctimas:
-“Defiende a tu hijo”, de Anibal Tejada (Altavoz del Frente), 1936; “Ajut permanent a Madrid”, de Durbán (Control Obrero), 1937;
-“¡Acógela!”, Padial (Socorro Rojo Internacional), entre 1936 y 1939.
-“¿What are you doing to prevent this?”, Ministerio de Propaganda, 1937.
-“Pasaron los fascistas / –su huella”, M. Rojas (Juventud Socialista Unificada), entre 1936 y 1939.
-“¡Acusamos de asesinos a los facciosos!”, de CNT, entre 1936 y 1939.
-“Coopera con tu donativo a la campaña pro-presos y familiares de los antifascistas fusilados en campo faccioso”, de Yes (SRI), entre 1936 y 1939.
-“Diada de Madrid: Ajudem-lo!”, de Comitè d Ajut Permanent a Madrid, 1937.
-“Suscripción pro-evacuados de Asturias”, de Casa de Asturias de Madrid, 1937.
-“La Columna Maroto libertará Granada”, de Gallur (CNT), 1936-1937.
-“¡Mujeres!, vuestra familia la constituyen todos los luchadores de la libertad”, de Mujeres Libres, entre 1936 y 1938.
La República:
-“El Ejército Popular es el ejército de la República”, de Parrilla (Sindicato Profesionales de Bellas Artes), entre 1937 y 1939;
-“La victoria impone a quienes la desean sacrificios considerables, y uno de estos, que no puede ser descuidado si no queremos comprometerla, es el de producir más / del discurso del presidente doctor Negrín”, de Henry (DAG), 1938;
-“La ley castiga con la pena de muerte al saboteador de la economía nacional…”, de Dubón (Central de Exportaciones de Agrios), entre 1936 y 1939;
-“El Gobierno de Unión Nacional dice a todos los españoles”, Ejército de la República, 1938.
-“Julio 1936-julio 1937 / unidos en la retaguardia como en la vanguardia para ganar la guerra”, de Parrilla-UGT , (Subsecretaría de Propaganda), 1937.
-“Agustina de Aragón, Mariana Pineda, Aida Lafuente, Lina Odena / heroínas de la independencia y la libertad de España”, de Socorro Rojo Internacional, entre 1936 y 1939.
-“Exposición Nacional de Obras Públicas”, de J. Briones (UGT), 1937.
-“¡Ayudemos a Madrid!”, de Monreal, entre 1936 y 1938.
Mujeres en la retaguardia:
-“Dones antifeixistes. La dona a la regarguarda us espera”, de Comissariat de Propaganda de la Generalitat de Catalunya, entre 1936 y 1937.
-“¡Madres! / ¡trabajad tranquilas! : el Ministerio de Instrucción Pública protege a vuestros hijos”, F. Peris-Alianza de Intelectuales antifascistas (UGT), entre 1936 y 1937.
-“Dones! / treballeu : per als germans del front”, Fontseré (UGT), entre 1936 y 1937.
-“¡Compañeras! / ocupad los puestos de los que se van a empuñar un fusil”, de Juana Francisca (Juventud Socialista Unificada de Madrid), entre 1936 y 1938.
-“1er Congrés Metal-lúrgic de la U.G.T.”, de Olivé (UGT), 1938.
-“Mujeres, trabajad por los compañeros que luchan”, de Juan Antonio, entre 1936 y 1939.
-“Catalanes, refugiades, al treball!! Companys de la ciutat i del camp, ajudeu a la ràpida incorporació de les dones al treball!”, de Tona (Partit socialista Unificat de Catalunya), 1937-1938.
Mujeres portadoras de enfermedades:
-“¡Atención! / las enfermedades venéreas amenazan tu salud: ¡Prevente contra ellas!”, de Rivero Gil (Jefatura de Sanidad del Ejército), entre 1936 y 1939.
-“Lluita antiveneria / cureu-vos! : el flagell veneri afecta cruelment la mare i l infant”, Arteche (Direcció General de Sanitat), 1938.
-“Peligro”, de Cuerpo de Seguridad, Sanidad, entre 1937 y 1939.
-“Una baja por mal venéreo es una deserción”, de Conseill de Sanitat de Guerra de la Generalitat de Catalunya, 1937.
Mujeres combatientes:
-“¡Paso a la mujer! / el carácter fundamental de la Conferencia Internacional de Mujeres fue la [sic] de la lucha contra la guerra imperialista y en favor de la paz”, Partido Comunista de España, 1937;
-“No tolereu cap emboscat”, Bofarull (Partido Socialista Unificado de Cataluña), entre 1936 y 1937.
-“2.ª Conferencia Nacional de Mujeres Antifascistas”, de Luis (Altavoz del Frente), 1937.
-“Alerta está contra el feixisme”, de H.V. (UGT), entre 1936 y 1937.
-“Conferencia de las Muchachas de Madrid”, de Juana Francisca (Unión Poligráfica), 1937.
-“Por las milicias”, de Ricard Obiols (Sindicato de Artes Gráficas), entre 1936 y 1938.
-“Mi Revista”, de Sainz de Morales, 1937.
-“¡Adelante, luchadores de la libertad!”, de Confederación Nacional del Trabajo, 1936.
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[1] María Gómez Escarda, “La mujer en la propaganda republicana de la guerra civil española”.





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