(Artículo publicado el 01-05-2017 para Revista Cultural Los Ojos de Hipatía)
Rocío González Naranjo
Durante
la Segunda
República,
la mujer pudo acceder al espacio público que, hasta el momento, le
estuvo prohibido. Sufragio, divorcio, acceso a estudios superiores,
aborto…todo ello favoreció y alimentó el nacimiento
del feminismo.
Cuando la guerra estalla -contradictoriamente- un viento de libertad
soplará en la España republicana en guerra, pues numerosas mujeres,
indiferentemente de su clase social, serán protagonistas del
conflicto. En un primer momento, muchas integraron las milicias
populares, creadas en la urgencia por diferentes partidos políticos
o sindicatos para defender el gobierno legítimo de la República.
Pero a partir del invierno de 1936, un decreto impuso la conversión
de las milicias en un ejército oficial en el cual las mujeres no
tenían cabida. Los carteles republicanos se muestran como un
verdadero apoyo para la propaganda política que intentará convencer
a la mujer que su lugar se encuentra en la retaguardia. Estos
carteles resultan reveladores de la visión que se tenía de las
mujeres durante la guerra. Me propongo en este artículo mostrar cómo
la mujer pasa de heroína de guerra a prostituta portadora de
enfermedades.
Durante
los primeros meses de guerra, las mujeres fueron voluntarias en las
milicias organizadas por los partidos políticos y los sindicatos.
Fueron aceptadas debido a la urgencia que existía en la defensa
republicana, pero no podemos decir que hubiera un sentimiento férreo
de la izquierda en general sobre la equidad de sexos. Recordemos el
caso de Buenaventura Durruti que, a pesar de ser uno de los grandes
combatientes anarquistas, también pasó a la historia por ser un
gran misógino. Estas mujeres combatientes fueron mitificadas por los
sindicatos como un símbolo de la lucha republicana contra la
rebelión de las tropas franquistas. Mujeres como Lina Odena, Casilda
Méndez, Aída Lafuente, Rosario Sánchez Mora, Concha Lozano, o
Maruja Tomicosont fueron y son consideradas como verdaderos mitos en
la España republicana.
Lina
Odena se convirtió en un ejemplo de valentía frente a sus enemigos,
ya que, en el frente de Granada prefirió matarse antes que
entregarse al enemigo. De este modo, en los primeros momentos, se
utiliza la imagen de una mujer fuerte y valiente, con aspectos
varoniles, para llamar la atención del espectador. Es el caso del
célebre cartel de Cristóbal Arteche:
Este
cartel data de 1936 y es uno de los más importantes de principios de
la contienda. Como podemos comprobar, se muestra la imagen de una
mujer segura, llevando el uniforme azul de las milicias, fusil en
mano y dirigiendo su dedo hacia el espectador, un modo de implicar
directamente a las mujeres y a los hombres que contemplan el cartel.
La actitud de esta mujer nos hace pensar en el famoso cartel de
Alfred Leete, almirante inglés de la Primera Guerra Mundial, el cual
muestra el dedo al espectador diciéndole: «Your country needs you».
También nos sugiere una Libertad guiando al pueblo, como lo hizo
Delacroix, sólo que aquí se cambia la bandera tricolor por un
fusil, un modo muy certero de mostrar la actitud activa que la mujer
tenía en las milicias. Las banderas anarquistas acompañan a
la Senyera,
pues no olvidemos que el sindicato CNT fue el primero en aceptar a
las mujeres, en la ciudad de Barcelona. Otros carteles, que no vamos
a explicar aquí, se sirven de imágenes de mujeres fuertes para
demostrar la igualdad de sexos que existe en el campo republicano y
la importancia que tiene la mujer en éste. Esto es lo más
destacable, es decir, se solicita a todos,
no sólo a los hombres, integrar las milicias populares para defender
el gobierno legítimo.
Pero
la utilización de la mujer no es tan grata a lo largo de la
contienda. Es cierto que hubo mujeres que simbolizaron la fuerza de
la España republicana, tal es el caso de Agustina de Aragón,
Mariana Pineda, Lina Odena y Aída Lafuente. Todos sabemos que las
milicias populares permitieron una liberación para muchas mujeres
españolas que, sin esperarlo, se encontraron en el frente, al lado
de hombres, como iguales, en defensa de un objetivo común: salvar la
República. Claro que muchas de estas mujeres se encontraron en esta
situación para acompañar a un marido o a un hijo, pero también
para apoyar a sus familias o para vengar la muerte de algún
familiar[1].
Sin embargo, las mujeres, de manera legal, sólo pudieron estar hasta
mayo de 1937, cuando Juan Negrín llegó al poder y se formalizó un
ejército republicano.
Este
cambio producido con el gobierno de Negrín cambió completamente la
percepción que se tenía de la mujer durante la contienda. De este
modo, la lucha, considerada como una acción masculina, desplazó a
la mujer hacia la retaguardia para que se convirtiera en el ángel
protector de los soldados, o en trabajadoras remplazantes de sus
maridos. Comenzaron así los carteles de propaganda para convencer a
la mujer de que su lugar no se encontraba en el frente. Aunque la
visión más grotesca es, sin duda alguna, la de la mujer portadora
de enfermedades o las prostitutas. De este modo, se pasó de una
mujer valiente, luchadora, activa, a una mujer que podía mermar las
filas republicanas transmitiendo enfermedades venéreas. Esta imagen
denigrante de la mujer se dio a partir del mes de octubre de 1936 con
el objetivo de reenviar a las mujeres a la retaguardia. Largo
Caballero organizó una serie de disposiciones para que la mujer
saliera del frente y regresara a su “posición natural”, el
hogar.
Este
cartel, del autor Blas, lo encargó la Jefatura de Sanidad del
Ejército de Tierra, el nuevo ejército oficial creado por el partido
comunista en 1937 en el que la mujer no pudo participar. En él, se
denuncia a la mujer que transmite enfermedades venéreas. La primera
vez que lo observé lo que me chocó fue la simplicidad de los trazos
dibujados, pero sobre todo el mensaje. La mujer se representa de
manera grotesca: muy maquillada – quizá para esconder lo que es
realmente, es decir, la segunda imagen cronológica, un individuo en
las puertas de la muerte. Es cierto que hubo mujeres que no tuvieron
otra salida que la de la prostitución para poder sobrevivir a las
penurias que una guerra puede engendrar, pero la generalización que
de ellas se hizo es totalmente errónea. De este modo no hubiéramos
tenido nunca figuras como Rosario la Dinamitera, a la que el propio
Miguel Fernández dedicó un poema magnífico.
Este
deseo de que las mujeres regresaran a la retaguardia nos hace pensar
en el «mensaje eugenésico dirigido a las mujeres», del médico
anarquista Félix Martí, publicado en la revista Consultorio
psíquico-sexual.
En este mensaje, el médico aconsejaba a las mujeres abandonar el
frente para que los hombres pudieran guardar sus fuerzas para el
combate. Según él, la práctica sexual debilita a los soldados. De
este modo, los sindicatos y partidos que habían pedido a las mujeres
tomar un fusil fueron los mismos que después impusieron su partida.
En la película de Vicente Aranda, Libertarias,
esta situación se describe con maestría, ya que las mujeres
protagonistas pasan de ser bien recibidas en las milicias a ser
consideradas casi como el enemigo.
No
podemos negar que la República produjo unos avances enormes en los
derechos por la igualdad de la mujer y por su emancipación, pero si
analizamos, a través de preciosos testimonios como son los carteles
de propaganda republicanos, comprobaremos el papel asignado a la
mujer en la gran mayoría de los casos. De este modo, la mujer se
representa como víctima, como trabajadora en la retaguardia
(trabajos en los que no se suele usar la fuerza), enfermeras,
cuidadoras, madres…es decir, todo lo que según las teorías
biológicas del siglo XIX afirmaban como propósito de la mujer y
que, desgraciadamente después, tras la derrota republicana, se
impuso durante cuarenta años en España. He creído necesario
catalogar estos carteles según la función desempeñada por la
mujer. De este modo, el lector, como yo, podrá hacerse una idea de
la visión de la mujer durante la contienda española. Cuidado, se
trata de un catálogo de los carteles disponibles oficialmente, por
ello, la investigación continúa.
*Carteles
disponibles
en http://pares.mcu.es/cartelesGC/AdminControlServlet?COP=6
Mujeres
como símbolo de la lucha (Mito):
-“La
Pasionaria”, de Pelegrín (Altavoz del Frente), 1937.
-“II
Congreso Internacional de Escritores / homenaje al poeta García
Lorca : Mariana Pineda : representación el día 3 de julio en el
Teatro Principal”, de Gaya (1937.
-“Unitat
Nacional / Dolores Ibárruri : per la independencia d’Espanya, unió
de tots els espanyols!”, de Partido Comunista de España, 1938.
Mujeres
protectoras (enfermeras, madres…):
-“Ajudeu
les victimes del feixisme”, de García, A. (S.R.I.), 1936; “Para
los compañeros del frente”, de Company (CNT), 1938.
-“¡Madres!
/ ¡trabajad tranquilas! : el Ministerio de Instrucción Pública
protege a vuestros hijos”, F. Peris-Alianza de Intelectuales
antifascistas (UGT), entre 1936 y 1937.
-“¿Cómo
ayudar a los hospitales de sangre?”, Cartelistas CNT-AIT, entre
1936 y 1939.
-“Ajudeu
els hospitals de sang”, P. Cadena (Confederación Nacional del
Trabajo), 1937.
-“Lluita
antiveneria / cureu-vos! : el flagell veneri afecta cruelment la mare
i l infant”, Arteche (Direcció General de Sanitat), 1938.
-“Residencias
/ los mejores hoteles son habilitados para residencia de los niños
refugiados”, de Ministerio de Instrucción Pública, entre 1936 y
1937.
-“General
Miaja / el pueblo de Madrid pide la laureada para su heroico
defensor”, de Augusto (UGT), 1937.
-« S.R.I.
Congrés de la Solidaritat », de Helios Gómez (Socorro Rojo
Internacional), entre 1936 y 1938.
-“Antes,
en las maternidades morían miles de niños, hijos de obreros,
campesinos y empleados”, de Subsecretaría de Propaganda, 1938.
-“Cruz
Roja Española / ¡Ayudadla!”, de Mezquita (Cruz Roja Española),
entre 1936 y 1939.
-“Respeta
a la enfermera”, de Córdoba (Ejército de la República), 1938.
-“Semana
“pro Hospitales de Sangre””, de M. Gallur (Sindicato de la
Industria de Sanidad e Higiene de Valencia), entre 1936 y 1938.
-« Consell
de Sanitat de Guerra: Compreu aquest segell », de E. Vicente
(Generalitat de Catalunya), 1937.
-“Ayuda
a los hospitales de sangre”, de CNT, 1936.
-“Els
caiguts et necessiten!”, de E. Vicente (Consell de sanitat de
Guerra), 1936-1939.
-« ¡Madres!,
¡ayudadnos!. Luchamos por un porvenir feliz para vuestros hijos”,
de Cristóbal Mariano (Dirección General de Bellas Artes), 1937.
Mujeres
víctimas:
-“Defiende
a tu hijo”, de Anibal Tejada (Altavoz del Frente), 1936; “Ajut
permanent a Madrid”, de Durbán (Control Obrero), 1937;
-“¡Acógela!”,
Padial (Socorro Rojo Internacional), entre 1936 y 1939.
-“¿What
are you doing to prevent this?”, Ministerio de Propaganda, 1937.
-“Pasaron
los fascistas / –su huella”, M. Rojas (Juventud Socialista
Unificada), entre 1936 y 1939.
-“¡Acusamos
de asesinos a los facciosos!”, de CNT, entre 1936 y 1939.
-“Coopera
con tu donativo a la campaña pro-presos y familiares de los
antifascistas fusilados en campo faccioso”, de Yes (SRI), entre
1936 y 1939.
-“Diada
de Madrid: Ajudem-lo!”, de Comitè d Ajut Permanent a Madrid, 1937.
-“Suscripción
pro-evacuados de Asturias”, de Casa de Asturias de Madrid, 1937.
-“La
Columna Maroto libertará Granada”, de Gallur (CNT), 1936-1937.
-“¡Mujeres!,
vuestra familia la constituyen todos los luchadores de la libertad”,
de Mujeres Libres, entre 1936 y 1938.
La
República:
-“El
Ejército Popular es el ejército de la República”, de Parrilla
(Sindicato Profesionales de Bellas Artes), entre 1937 y 1939;
-“La
victoria impone a quienes la desean sacrificios considerables, y uno
de estos, que no puede ser descuidado si no queremos comprometerla,
es el de producir más / del discurso del presidente doctor Negrín”,
de Henry (DAG), 1938;
-“La
ley castiga con la pena de muerte al saboteador de la economía
nacional…”, de Dubón (Central de Exportaciones de Agrios), entre
1936 y 1939;
-“El
Gobierno de Unión Nacional dice a todos los españoles”, Ejército
de la República, 1938.
-“Julio
1936-julio 1937 / unidos en la retaguardia como en la vanguardia para
ganar la guerra”, de Parrilla-UGT , (Subsecretaría de Propaganda),
1937.
-“Agustina
de Aragón, Mariana Pineda, Aida Lafuente, Lina Odena / heroínas de
la independencia y la libertad de España”, de Socorro Rojo
Internacional, entre 1936 y 1939.
-“Exposición
Nacional de Obras Públicas”, de J. Briones (UGT), 1937.
-“¡Ayudemos
a Madrid!”, de Monreal, entre 1936 y 1938.
Mujeres
en la retaguardia:
-“Dones
antifeixistes. La dona a la regarguarda us espera”, de Comissariat
de Propaganda de la Generalitat de Catalunya, entre 1936 y 1937.
-“¡Madres!
/ ¡trabajad tranquilas! : el Ministerio de Instrucción Pública
protege a vuestros hijos”, F. Peris-Alianza de Intelectuales
antifascistas (UGT), entre 1936 y 1937.
-“Dones!
/ treballeu : per als germans del front”, Fontseré (UGT), entre
1936 y 1937.
-“¡Compañeras!
/ ocupad los puestos de los que se van a empuñar un fusil”, de
Juana Francisca (Juventud Socialista Unificada de Madrid), entre 1936
y 1938.
-“1er
Congrés Metal-lúrgic de la U.G.T.”, de Olivé (UGT), 1938.
-“Mujeres,
trabajad por los compañeros que luchan”, de Juan Antonio, entre
1936 y 1939.
-“Catalanes,
refugiades, al treball!! Companys de la ciutat i del camp, ajudeu a
la ràpida incorporació de les dones al treball!”, de Tona (Partit
socialista Unificat de Catalunya), 1937-1938.
Mujeres
portadoras de enfermedades:
-“¡Atención!
/ las enfermedades venéreas amenazan tu salud: ¡Prevente contra
ellas!”, de Rivero Gil (Jefatura de Sanidad del Ejército), entre
1936 y 1939.
-“Lluita
antiveneria / cureu-vos! : el flagell veneri afecta cruelment la mare
i l infant”, Arteche (Direcció General de Sanitat), 1938.
-“Peligro”,
de Cuerpo de Seguridad, Sanidad, entre 1937 y 1939.
-“Una
baja por mal venéreo es una deserción”, de Conseill de Sanitat de
Guerra de la Generalitat de Catalunya, 1937.
Mujeres
combatientes:
-“¡Paso
a la mujer! / el carácter fundamental de la Conferencia
Internacional de Mujeres fue la [sic] de la lucha contra la guerra
imperialista y en favor de la paz”, Partido Comunista de España,
1937;
-“No
tolereu cap emboscat”, Bofarull (Partido Socialista Unificado de
Cataluña), entre 1936 y 1937.
-“2.ª
Conferencia Nacional de Mujeres Antifascistas”, de Luis (Altavoz
del Frente), 1937.
-“Alerta
está contra el feixisme”, de H.V. (UGT), entre 1936 y 1937.
-“Conferencia
de las Muchachas de Madrid”, de Juana Francisca (Unión
Poligráfica), 1937.
-“Por
las milicias”, de Ricard Obiols (Sindicato de Artes Gráficas),
entre 1936 y 1938.
-“Mi
Revista”, de Sainz de Morales, 1937.
-“¡Adelante,
luchadores de la libertad!”, de Confederación Nacional del
Trabajo, 1936.
———
[1] María
Gómez Escarda, “La mujer en la propaganda republicana de la guerra
civil española”.
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