viernes, 25 de enero de 2019

Pionera, transgresora y olvidada: la mejor periodista de la República. IRENE POLO

Pionera, trasngresora y olvidada: la mejor periodista de la República. IRENE POLO



Rocío González Naranjo



Hoy quiero hablarles de una mujer que ha sido completamente olvidada de la historia del periodismo, y que, además fue una mujer moderna, transgresora y feminista. Irene Polo, la gran olvidada. 

Irene Polo y Buster Keaton fotografiados por Gabriel Casas y Galobardes; imagen de portada de La fascinació del periodisme. Cròniques (1930-1936). Fotografía: Arxiu Nacional de Catalunya. Hotel Ritz de Barcelona, 1930. Fot: Gabriel Casas.


Irene Polo (1909-1942) fue periodista ante todo, aunque también publicista y representante teatral.


Fue una de las primeras mujeres en la prensa catalana. Irene formó parte del #circulosaficodemadrid creado por Victorina Durán, miembro del#lyceumclubdemadrid. Este círculo funcionó desde 1926 hasta la guerra civil, y en él se realizaban tertulias en las que participaban, entre otras mujeres, Carmen Conde y Lucía Sánchez Saornil.

Empezó a trabajar como periodista en 1930, escribiendo en prensa catalana. En el periódico Imatges, que dirigía Josep Maria Planes. 

Irene Polo i Andreu Avel·lí Artís 'Sempronio' Arxiu Centelles / Centro Documental de la Memoria Histórica

Como periodista en Imatges, llegó a entrevistar al gran actor Buster Keaton. Después continuó trabajando para La Humanitat, periódico defensor del catalanismo, dirigido por el mismísimo Lluis Companys. Entrevistó a la abogada Clara Campoamor. También trabajó para La Rambla, donde pudo entrevistar a Pío Baroja. 

Fuente no encontrada, Irene Polo cubriendo las elecciones de Andorra, el 31 de agosto de 1933, con el coronel Baulard, comisario extraordinario que aterrizó en Andorra a mediados de agosto con la misión de garantizar el orden público. Colección Casimir Arajol

En La Rambla es donde ella escribió sus mejores reportajes, sobre la situación sobre las elecciones al Parlament de Catalunya en 1932, o los conflictos de la revuelta libertaria de Sallent. Pero es en L'Opinió donde vemos su implicación política, siendo corresponsal en Madrid cubriendo, sobre todo, el juicio de la Generalitat de Catalunya por los acontecimientos de octubre de 1934, cerrando así el periódico por su vinculación con ERC. El encarcelamiento de Companys lo cubrió con otro rotativo, L'Instant. 

Irene Polo con el síndico Roc Pallarès, depuesto de su cargo en junio por el Tribunal de Corts en las elecciones de Andorra, el 31 de agosto de 1933. Colección Casimir Arajol

Sus últimos escritos aparecen en Ultima hora, lanzado por el mismo partido catalanista. Tras una entrevista a Margarita Xirgu, su vida cambió. 


Además, fue una mujer comprometida con el sindicalismo, pues participó en la fundación de la Agrupació Professional de Periodistes, enfrentándose incluso a la FAI por las revueltas en Barcelona. 




Como representante teatral, marchó con la compañía de Margarita Xirgu a Buenos Aires, pero ya no volvió a causa de la guerra y empezó a caer en una depresión enorme. Algunas cartas a su amigo Miquel Vilà desvelan el estado de ánimo de la periodista:

21 de abril de 1941: «[…] estoy muy desanimada; a mí quizá no me pasará nada porque tengo una gran suerte; pero ¿qué me importa eso si tengo que ver lo que le pasa a la gente que quiero? La gente liberal de este país está internada, los españoles reclamados por el Gobierno franquista serán enviados a Madrid […] Es el paso de una era del mundo a otra era […]». 23 de septiembre de 1941: «[…] estoy pasando unos días muy malos. Tengo un decaimiento nervioso terrible, y una angustia que no sé si podré resistir […]». 25 de  noviembre de 1941: «[…] No estoy bien todavía y creo que tardaré mucho en estarlo. Tomo potingues sin parar y por fuera me hacen algún efecto; pero este pequeño efecto no es suficiente. […]». 23 de febrero de 1942: «Ya has visto que el pobre Zweig se ha matado con su mujer, también cansado de América, seguramente. […]». 

Irene Polo escribe sobre Pastora Imperio

Se suicidó a los 32 años.


Sabemos muy poco de esta periodista audaz, provocadora y pionera en su estilo, sino es a través de sus artículos, os recomendamos la lectura de Glòria Santa-Maria y Pilar Tur  en su obra "La fascinació del periodisme", donde se recogen sus artículos y se hace un estudio biográfico de Irene.



De ella dijo el decano del periodismo barcelonés Carles Sentís, que trabajó con ella en L’Instant: «Irene Polo fue una estrella meteórica que me ha dejado un recuerdo brillantísimo. Si el país hubiese sido normal y ella no hubiera muerto joven, Polo habría sido la Françoise Giroud del periodismo catalán».




viernes, 18 de enero de 2019

Mujeres extraordinarias, mujeres obliteradas : las artistas republicanas


Mujeres extraordinarias, mujeres obliteradas : las artistas republicanas, publicado en la Revista Cultural Los Ojos de Hipatía, 23 de julio de 2018


Rocío González Naranjo

Grupo de chicas en la Residencia de Señoritas (Madrid). Fot. Rev. Estampa (15-4-1930), fuente Biblioteca Nacional.

Gracias a un progresivo interés por la falta de información de mujeres olvidadas de nuestras antologías : estudios universitarios, artículos de divulgación, documentales… comenzamos a conocer figuras tan importantes como Clara Campoamor, Victoria Kent, María Zambrano, Concha Méndez, Rosa Chacel, Ernestina de Champourcin, Josefina de la Torre, Carmen Laforet, María Martínez Sierra, María Teresa León, Isabel Oyarzábal de Palencia, Elena Fortún, Luisa Carnés, Carlota O'Neill… Mujeres pioneras de nuestra Edad de Plata : políticas, científicas, artistas, escritoras, activistas feministas… Sin embargo, aún queda mucho camino por realizar ya que, a pesar de este interés incipiente que surge sobre todo, desde los ámbitos universitarios o feministas, estas personas son completamente desconocidas por nuestr@s jóvenes, una decisión arbitraria que les invita a pensar la Historia solamente desde una mitad de la sociedad : la de los hombres.


La nómina realizada por diversos críticos literarios han obliterado completamente la presencia de mujeres en aquellas generaciones que estudiamos desde que tenemos acceso al curso de literatura española contemporánea. Ninguna mujer (o casi ninguna) se estudia como componente de las generaciones y, sin embargo, el panorama es bien distinto del que estos críticos han dejado constancia.

Los estudios de la literatura española contemporánea tienen la « mala » costumbre de diferenciar los autores por generaciones que se suceden vertiginosamente : de la pesimista generación del 98 pasamos a la constructiva generación del 14, para llegar finalmente a una explosión de vanguardias con la generación del 27, sin olvidarnos de la generación de los que sufrieron la guerra, la del 36. Este fenómeno de diferenciar los autores por generaciones es « marca España », ya que en ningún otro país se estudian los autores por generaciones, sino por movimientos. Muchos autores se quedan, de este modo, en los aledaños, e incluso fuera de las citadas generaciones, haciendo así de ellos/ ellas, solitarios e insólitos escritores que no son reconocidos por las antologías. Lo mismo sucede con los/ las artistas, políticos/ políticas, activistas…

Margarita Ferreras y Delhy Tejero

Tània Balló ha comenzado un trabajo titanesco con el proyecto transmedia de Las Sinsombrero, cuya segunda parte pronto verá la luz. La productora considera que se trata de mujeres modernas, nacidas a finales del siglo XIX o principios del XX, con una cierta homogeneidad en sus respectivas artes, vidas, amistades, etc. Pero, ¿Y qué hacemos con las mujeres no nacidas en estas fechas ? ¿No podemos ver la convivencia que hubo entre las « antiguas » y las « modernas » ? ¿Y si dejamos de hablar de generaciones y comenzamos a hablar de « movimientos » ? De este modo, tod@s aquell@s autores marginados por las antologías cobrarían por fin vida, y si hablamos de las mujeres, entonces podríamos comenzar a hablar de una verdadera coeducación en la escuela.

En este artículo quiero demostrarles, con una serie de ejemplos, que mujeres de distintas edades y que por afinidad con hermanos o esposos, se les ha intentado situar en una generación, cuando lo que deberíamos hacer es aglutinarlas a todas en un mismo movimiento : el de las mujeres republicanas, porque todas, de algún modo, adherieron a las ideas republicanas. Pero antes, les voy a dar mi propia nómina. No se trata de una nómina arbitraria realizada justo para introducir mujeres en las antologías. Esta nómina ha costado años de trabajo y de reflexión para la proposición de este movimiento. Ya les he mostrado al principio algunos ejemplos, aquí les dejo las que siguen ausentes :

María Goyri, Zenobia Camprubí, María de Maeztu, Halma Angélico, Matilde Huici, Mercedes Gaibrois, María Luz Morales, Maruja Mallo, Dolores Cebrián, Constancia de la Mora, Carmen Conde, Pura Maortúa, Carmen Baroja, María Martos, María Luisa Navarro de Luzuriaga, Matilde Ras, María Teresa Borragán, Pilar de Valderrama, Abedel (Eduarda Adelina Aparicio y Osorio), Mercedes Ballesteros, Sofía Blasco, Magda Donato (Carmen Nelken), Irene Falcón, Margarita de Fran (Margarita González Giraud), Consolación Gómez Martín, Concha Espina, Pilar Algora, Elena Arcediano, Adela Carbone, Carmen Díaz de Mendoza (Condesa de San Luis), María Luisa Madrona, Elena Minet, Alicia Davins, Angélica del Diablo (María Palomeras Mallofré), Julia Reyes, Conchita Ruiz, Pilar Contreras, Carolina Soto, María Luisa Algarra, Sofía Casanova, Pilar Contreras, Carolina Soto, Elena Macnee, Dolores Ramos de la Vega, Josefa Rosich, Aurora Sánchez, Sara Insúa, Micaela de Peñaranda, Matilde Ribot, Trudy Graa…



Hay muchas otras que no he insertado, pero que sigo trabajando para que aparezcan. Seguramente les suenen algunos nombres, como el de María de Maeztu, la directora de la Residencia de Señoritas, equivalente a la Residencia de Estudiantes, en la que muchas de estas mujeres compartieron trabajo, estudios y sensibilidades ; 



Zenobia Camprubí les puede también recordar a la mujer de Juan Ramón Jiménez. Pero no sólo fue eso : bibliotecaria de la Residencia de Señoritas, co-fundadora del Lyceum Club, traductora de las obras del autor Rabindranah Tagore, e incansable republicana ; Ya les hablé de Halma Angélico, de María Luz Morales, de Carmen Baroja, de Matilde Ras, de María Teresa León, Ernestina de Champourcin, Carlota O'Neill, María Luisa Algarra… Pero siempre individualmente. Ahora toca hablar de ellas como movimiento incipiente de pioneras en las letras, las artes, el feminismo, el asociacionismo y el activismo. Por ello, a partir de una serie de premisas, demostraré la necesidad de un cambio en las antologías escritas por hombres.

Para empezar, hay que pensar que estas mujeres tienen un carácter total de femme de lettres, como decía María Teresa León en su libro de memorias:

Me gusta cuando los franceses dicen: 'femme de lettres'. Eso, mujer de letras, una junto a otra,
no de palabras, letras sueltas como aquellas que nos servían en la sopa del Sagrado Corazón [...]Nunca me he sentido más letrada, nunca he sentido más reverencia por el estado de mi inquietud, por esa comezón diaria en carne propia que me da el escribir.1

Es un sentimiento compartido por todas estas mujeres, que se atreven con todos los géneros. Tenemos el caso de María Teresa Borragán, que escribió, además de teatro, obras que se acercan a la prosa poética y ensayos regionalistas mexicanos ya en su exilio2. Luisa Carnés produjo, además de teatro, novelas y ensayos como la biografía de Rosalía de Castro, e incluso tuvo una pequeña incursión en la poesía, dedicándole a su hijo y a su madre los poemas3. Isabel Oyarzábal de Palencia es también autora de ensayos y novelas. Pero además fue traductora de ilustres autores, y desarrolló la biografía y autobiografía4.

Isabel Oyarzábal disfrazada de napolitana (Arxiu Nacional de Catalunya. Fondo Isabel Oyarzábal Smith)

En segundo lugar, son « mujeres de mundo », interesadas por otras culturas, realizando viajes educativos, culturales o simplemente para independizarse de la opresión de una familia patriarcal, como es el caso de Concha Méndez, la cual, a pesar del rechazo de su familia, se va a vivir a Londres en 1929 y se codea con los mejores ambientes culturales del momento, continuando el mismo año su periplo hacia Buenos Aires. Algunas fueron subvencionadas con becas o por el Estado español en estos viajes. Tal es el caso de María Teresa León que viajó, en 1932, por orden de la Junta para Ampliación de Estudios para conocer el teatro de post-vanguardia en países como Alemania o Rusia. María Martínez Sierra, a través de una beca conseguida por la Escuela Normal para estudiar en Bélgica en 1905, viajó, junto a Gregorio, por Francia, Inglaterra y Suiza.

En tercer lugar, todas estas mujeres sienten la necesidad de asociarse, de poder compartir un lugar de encuentro en el que poder expresar sus inquietudes y desarrollar sus vetas artísticas sin la mirada opresora de las instituciones del momento. De este modo, abundan las asociaciones femeninas, feministas, culturales, políticas… Según Amparo Hurtado :

La necesidad de asociarse se impuso a partir de la Primera Guerra Mundial [...] Las primeras tentativas para obtener mejoras sociales en beneficio de la mujer habían formado la Asociación Nacional de Mujeres Españolas (1918), presidida por María Espinosa, y la Unión de Mujeres Españolas (1918), dirigida por María Lejárraga; mientras que María de Maeztu [...] formó la Federación Española de Mujeres Universitarias (1921), aunque sólo para licenciadas y doctoras. Máxima representatividad, en cambio, logró enseguida el Lyceum Club (1926), la primera asociación feminista del país. En poco tiempo se convirtió para la opinión publica en el símbolo de la emancipación de la mujer.5

En efecto, el asociacionismo dio alas a este movimiento de mujeres, a este « movimiento mujeril » como lo llamaron en la época la prensa más rancia y retrógrada. Así, podemos contar entre ellas a Halma Angélico, que fue la última presidenta del Lyceum Club (en 1935) y que antes se había encargado de la Sección de Literatura; María Martínez Sierra, que creó la Asociación Femenina de Educación Cívica; la pertenencia de Oryazábal a la Asociación Nacional de Mujeres Españolas, o el caso de María Teresa León, muy ligada a la Institución Libre de Enseñanza. Incluso las mujeres que no estaban asociadas, eran invitadas a estos círculos, como es el caso de Carlota O'Neill, que pudo presentarn en el Lyceum, a finales de 1935, su obra inédita Paraíso Perdido6.



Estas mujeres comparten no sólo espacios vitales, sino sensibilidades parecidas : todas quieren avances para las mujeres en una sociedad patriarcal, y lo primero que van a solicitar es una educación completa para la mujer española. Este feminismo, muy a la española, fue el que se impuso en aquellos primeros años de la década de los años veinte, dando paso después a demandas más politizadas como el sufragio femenino. Y todo ello se fraguó en estos espacios, sobre todo en el Lyceum Club. Del mismo modo, muestran un compromiso por la República : algunas de un modo más tímido, pero otras integrando las filas de los partidos antimonárquicos. Especial es el caso de María Teresa León o de María Lejárraga.

María Lejárraga, Julia Alvarez Resano y Francisca Bohigas

En cuarto lugar, estas mujeres participan en proyectos culturales importantes, demostrando que forman parte de la vida artística y social del país. María Teresa Borragán por ejemplo, crea, en el Teatro Martín, la Campaña de Arte de 1924 a 1925. Aunque sólo se mantuvo durante una temporada, las obras representadas pretendían romper con el teatro comercial y decadente que había en Madrid en ese momento. Pilar de Valderrama creó en su casa el teatro íntimo Fantasio, un cenáculo teatral muy parecido al Mirlo Blanco de los Baroja, o al Club Anfístora fundado por otra mujer, Pura Maortúa de Ucelay junto con Federico García Lorca, en el seno de La Cívica. Otra de nuestras autoras en crear proyectos teatrales, pero de diferente índole que las anteriores, fue María Teresa León, con Nueva Escena, Teatro de arte y propaganda y las Guerrillas del Teatro, donde no dudó en ir al frente para representar obras de urgencia a los milicianos republicanos. Luisa Carnés, ya en el exilio, creó la revista Mujeres Españolas; Carlota O'Neill fundó Nosotras, una revista que sin duda, mezclaba el feminismo con la lucha obrera; Y el caso de Concha Méndez es de especial interés para la creación de la denominada generación del 27, ya que gracias a su labor como editora, junto a su marido, el poeta Manuel Altolaguirre, se pudieron publicar textos de todos los autores en sus diferentes revistas, una de las más importantes sin duda es Caballo verde para la poesía.



En quinto lugar, estas mujeres participaron en la prensa como editoras, articulistas, críticas, redactoras… En la prensa más importante de la época. El Heraldo de Madrid pero también en revistas especializadas como es Mundo Femenino, órgano de la Asociación Nacional de Mujeres Españolas. En general, se ve una tendencia a escribir más en el exilio, en medios relacionados con los exiliados republicanos y con las mujeres. Algunas de ellas eligieron pseudónimos para escribir en la prensa, como es el caso de Luisa Carnés, conocida como Clarita Montes o Natalia Valle, o Isabel Oyarzábal de Palencia que a veces escribía con el pseudónimo de Beatriz Galindo.



En cuanto a la temática, las autoras pasan del realismo al modernismo, la vanguardia, el drama rural, el teatro proletario… diferentes estilos pero con un objetivo común : mostrar los cambios que se están produciendo en la sociedad en cuanto a la política y a las mujeres. La diversidad de temáticas y de formas de dramaturgias hacen que sean consideradas en grupos distintos: desde el modernismo de María Martínez Sierra, pasando por el teatro de agitación de Luisa Carnés y María Teresa León, siguiendo con los dramas rurales de María Teresa Borragán y Halma Angélico, o con el simbolismo del teatro infantil de Concha Méndez.

En conclusión, y resumiendo las seis características, hemos podido comprobar que todas estas mujeres, aunque de diferentes edades (« generaciones ») comparten sensibilidades, espacios vitales, actos culturales y sociales, ideas políticas… Mujeres que aún hoy en día no las encontramos en las antologías de nuestros institutos. La labor de los investigadores es fundamental, pero necesitamos una política educativa que rehabilite estas figuras para que las alumnas puedan verse representadas, por fin, en la historia de nuestra literatura.



1 María Teresa LEON, Memoria de la melancolía, Buenos Aires, Editorial Losada, 1970, p. 286.
2 Teatro: Ilusión (1917), A la luz de la luna (1918), La voz de las sombras (1924); Narrativa: La madrecita: novela contemporánea (1927); Yacambo (1936); Jinetes de cumbre (1944); Wakarí (la flor bendita) (1950); Ensayos: Figuras de actualidad (1930); Doce mil kilómetros a través de los sistemas de riego en México, impresiones de México (1937); Presas y paisajes del agro mexicano (1938); Leyendas mexicanas (1943); Prosa poética y poemas: Los dioses futuros (1921); La sonata del misterio (1923);
3 Teatro: Así empezó (1936), Cumpleaños (1951), Los bancos del prado (inédita hasta 2002), Los vendedores de miedo (1966); Narrativa: Peregrinos de calvario (1928); Natacha (1930); Tea Rooms (Mujeres obreras) (1934); Juan Caballero (1956); Ensayos: Rosalía de Castro (1945); Autobiografía: De Barcelona a la Bretaña francesa (1939); La hora del odio, escrita en México en 1944; (Las dos inéditas); Poesía: «Salmos al adolescente desterrado» (1946); «Elegía de los siete puñales de la madre» (1952); Inéditos: Olor de santidad (hacia 1933); La Aurelia (1933?); El eslabón perdido (inédito, publicado en 2002); Manuel (?).
4 Teatro: Diálogos con el dolor (nueve ensayos dramáticos) (1944); El gran delito, según Hormigón, permanece inédita; Narrativa: El sembrador sembró una semilla (1923); Saint Anthony's pig (1939?); En mi hambre mando yo (1959); Juan, son of the fisherman (1939?); Ensayo: El traje regional de España: su importancia como expresión primitiva de los ideales estéticos (1926); El alma del niño (1921) como Beatriz Galindo; Smouldering Freedom: the Story of the Spanish Republicans in Exile (1945); Alexandra Kollontay. Ambassadress from Russia (1947); Del diario yantar. Cocina Hogareña (México, 1961); Autobiografía: I must have liberty (1940); Smouldering Freedom (The Story of the Spanish Republicans in Exile) (1945); Inéditos: El gran delito, (1963).
5 Amparo HURTADO, «El Lyceum Club Femenino (Madrid, 1926-1939)», Boletín de la Institución Libre de Enseñanza, II época, dic.-1999, no 36, p. 28.
6 El Sol, 20-03-1936.

viernes, 11 de enero de 2019

« Querido diario : hoy ha empezado la guerra »


« Querido diario : hoy ha empezado la guerra »

Artículo publicado en Revista Cultural Los Ojos de Hipatía, versión papel número 12


Rocío González Naranjo



Las casualidades no existen, y esta joya no es fruto de ellas. Esta edición de la productora Tània Balló y el historiador Gonzalo Berger de un diario inédito de una adolescente durante la guerra civil demuestra que las historias cotidianas, a las que no se les ha dado mucha importancia como relatos valiosos de nuestro pasado, deben formar parte de nuestra herencia.

Los autores se encontraban investigando sobre una miliciana y, durante una entrevista con los sobrinos de éstas, surgió el diario de su madre, Pilar Duaygües, un diario que escribió en plena guerra con catorce años y que terminó a los dieciocho. Es un legado de la historia que no se estudia en los colegios, institutos o universidades. Es la verdadera historia, la de una persona que vive la guerra civil y la plasma, como algo cotidiano, en su diario.

Verano de 1932. Pilar y sus amigas. Archivo de la Familia Duaygües

Los editores se encontraron con diez cuadernos que se inician el 28 de enero de 1936 y finalizan el 19 de marzo de 1940. La selección no fue fácil, se concentraron en los años de la guerra, y al mismo tiempo seleccionaron días, a partir de un hilo común : « intrahistorias que Pilar contaba y que debían tener una continuidad : la escuela, sus amores y amistades, su familia y la guerra ».1

De este modo, Pilar cuenta a su diario lo que le sucede en todos esos ámbitos. A medida que los días van pasando, vemos cómo Pilar se acostumbra a una situación de bombardeos constantes, sin dejar de intentar llevar una vida normal : los estudios, los amigos, los amoríos, las colas para comprar, las noticias de las muertes de otras personas, las sesiones de cine...Se podría decir que llega un momento en el que la joven adolescente « banaliza » la situación, porque no tiene más remedio que continuar viviendo. El primer escrito en el que describe la situación caótica de los primeros días data del 19 de julio del 36 :

« Hoy ha sido un día horrible. El 19 de julio del año 1936 quedará grabado en la historia.[…] Las ametralladoras iban, bombas por aquí, tiros por allá, etc. Se oía muy bien cómo se derrumbaban las casas en donde las tiraban […] Por la tarde dormí un poco, pero no se podía por el ruido : resulta que vivimos al lado de los frailes, de la iglesia y de su imprenta. Los curas con ametralladoras, escopetas y revólveres hacían fuego contra el cuartel que está al lado […] Ya tarde echaron las bombas (que resonaron por toda la casa) y prendieron fuego en la iglesia y colegio e imprenta, pero no podíamos salir por las balas. Los frailes lograron escapar no sé por dónde, por alguna puerta secreta. Cogieron a uno. No solo ardían esta iglesia y convento, sino todas las de Barcelona. »2

Pilar Duaygües junto a sus hermanas. Imágenes del archivo personal de la familia Duaygües incluidas en el libro 'Querido diario: hoy ha empezado la guerra'.

Este relato nos ha recordado al libro de Max Aub, Campo cerrado, en el que el joven Rafael López Serrador es observador de estos acontecimientos y de la guerra en general. Pero la diferencia es esencial : aquí tenemos a una joven de catorce años que no pensaba escribir para la posteridad, que no tiene un estilo literario, pero que escribe con el corazón todo lo que le sucede, pues ése es el principio de un diario íntimo. Como dicen los editores, estos documentos fueron ocultados por la propia autora, y permanecieron así durante ochenta años. Y como en el caso de Ana Frank, se establece una relación con el objeto, humanizándolo3. Cuando los franquistas entran en Barcelona, Pilar esconde sus cuadernos entre la lana del colchón4.



El entorno familiar de Pilar es izquierdista : su hermana Tere se enrola en las Milicias Femeninas5, de hecho, formó parte de la expedición del capitán Alberto Bayo en Mallorca. Al abandonar la isla, la expedición marchó a Valencia6. Después, en 1937, Tere forma parte de la Junta Local de Defensa Pasiva, para recrutar personal para la construcción de refugios u otros menesteres de la retaguardia y ayuda7. Su otra hermana, Ruby, ejerce como enfermera en el hospital (no se dice cuál, quizá se trate del Clínico), en el que Pilar dice ver cómo es la guerra en realidad, esto es lo que escribe el 30 de enero de 1938:

Hemos visitado a algunos heridos que se les caen los pies de quemados por la nieve cuando estaban en el frente ; es horroroso del todo ; a otro ya se los han cortado […]8 

El viernes tres de junio de 1938 vuelve al hospital, a por víveres, y explica aún la historia de un enfermo : 

Había un enfermo que carecía de brazos […] dice que por una parte hubiese preferido morir, porque no puede hacer nada9. 

Casino de Madrid, habilitado para los heridos de la guerra. 

En diciembre del 38, Ruby se marcha al frente10. Mary, otra de sus hermanas, es la que le facilita la entrada al Instituto Obrero, con lo cual también nos hace pensar en su afiliación a partido o sindicato.

Instituto para Obreros de Barcelona. Anónimo, MIP, Barcelona, 1937. AGGCE

La joven Duaygües explica también la escasez y el hambre que hay en Barcelona, las largas colas que debe hacer durante horas para conseguir leche, naranjas, huevos o pan, y a medida que pasan los días, la escasez empeora y hace que haya incluso muertos. Casi todos los días, Pilar, antes de ir a estudiar, debe hacer cola para recuperar algo de estos alimentos básicos, y a veces vuelve con los bolsillos vacíos :

« Después he hecho cola para el número por pan, pero no hemos obtenido. La cola que había era terrible, algo que nunca se ha visto, había miles de personas. Nosotras, pan casi no tenemos y mañana no comeremos »11.

Colas del hambre en la guerra civil española

En cuanto a sus compañeros, familiares o amigos, escribe desolada no tener noticias de muchos de ellos, o de la muerte en el frente de un hermano de una amiga, o de la desaparición de otro, y de la huída de muchos catalanes hacia Francia o América Latina.

Este libro es un claro ejemplo de lo que se ha llamado siempre la « historia íntima », y los editores han hecho un gran trabajo seleccionando los fragmentos que más pueden interesar a los que queremos que se recupere la memoria de todos aquellos que sufrieron y lucharon por la libertad. Muy, pero que muy recomendable.

1Conversación con Tània Balló, el 28 de mayo del 2018.
2Duaygües, Pilar, Querido diario : hoy ha comenzado la guerra, edición de Tània Balló y Gonzalo Berger, Espasa, Barcelona, 2017, pp. 20-21.
3Op. cit., p. 332.
4Se trata del jueves, 26 de enero de 1939, ver Op. Cit., p. 300.
5Organizadas por el PSUC, pero en el que tenían cabida otras fuerzas políticas.
6Pilar comenta el alistamiento de su hermana, ver Op. Cit., pp. 32-33. También acompaña a su hermana a la sede, el 8 de septiembre de 1936, ver Op. Cit., p. 33.
7Op. cit., p. 130. El 3 de mayo de 1938, Pilar visita de nuevo la sede de la Junta, donde Tere le presenta a sus compañeros, entre ellos a un cartelista de la guerra : Hubert Villmitjana Garrido. Ver p. 189.
8Op. cit., p. 158.
9Op. cit., p. 201.
10Op. cit., p. 277.
11Op. cit., p. 58.